Mario Fanon Wiki
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Máquina atención

Este episodio es tan largo que se ha dividido en dos partes. No hay nada que haya cambiado.


Resumen[]

Desde que Bombazulina se fue, su habitación está vacía. ¿Podrá aprovechar esto Kamek? Por otra parte, no paran de llegar personajes al castillo para quedarse. Uno de ellos es la madre de Kamek. ¿Qué ocurrirá en este intrigante episodio en el que por fin madre e hijo vuelven a vivir juntos en el castillo?

Parte primera[]

[]

(26 de diciembre de 2015, queda menos de una semana para año nuevo. Bowser acaba de llegar al Reino después de unas largas vacaciones que han durado meses. Aterriza cerca del castillo subido en su Turbokoopa. Antes de que salga al exterior en el nuevo Reino Champiñón, salen dos Koopatrulleros con gafas de sol al estilo de guardaespaldas. Una vez asegurado el perímetro, sale Bowser. Al admitar la brillante luz del día, estira sus brazos y pierde un poco el equilibrio al intentar mantenerse con su pesado caparazón. Una vez seguro del todo, se aproxima al castillo, seguido por dos Shy Guys naranjas que llevan sus maletas llenas de cosas. Cuando sube sin ser visto casualmente por nadie al pasillo de Kamek, decide esperar escondido en las escaleras para ver qué ocurre, pues un gran grupo de soldados esperan por todo el pasillo. Dentro de la habitación se encuentran Kamek, los siete Koopalings alborotándolo todo y el Trío de Élite)

- Kamek. (Mirando el estropicio que dejan los niños) Yo... Yo no sé qué he hecho para merecer esto...

- Guydo. Ya, pero, cambiando de tema... ¿y nuestra paga?

- Kamek. Pero si váis a recibir una paga extra dentro de nada, no seáis avariciosos.

- Paratroopi. Meh, había que intentarlo...

- Kamek. Mirad, por si no lo habéis notado ando muy... MUY ocupado con mis asuntos... (Lemmy invoca una pelota de goma amarilla y rompre un jarrón de Kamek. Este Magikoopa enfurece) ¡Y dale con el niño de las pelotas! ¿Es que no puedes jugar con ellas en otra maldita parte? (Lemmy empieza a llorar) Sí, yo también tengo ganas de llorar... (Kamek mira al Trío de Élite) ¿Y vosotros qué hacéis aquí, pasmarotes? ¡Venga a trabajar! Y yo me voy al bar a despejarme la mente. Ya ni siquiera en mi habitación puedo estar... (Kamek abre la puerta de su habitación para salir, y cuando lo hace ve a Fuzzya esperando al otro lado de la puerta) ¿Y tú qué quieres?

- Fuzzya. Quiero mi paga.

- Kamek. Pues te esperas como todos, que no hay dinero.

- Fuzzya. No, Kamek, estoy cansada.

- Kamek. ¿Que estás qué? Mira, escucha... (Fuzzya le interrumpe)

- Fuzzya. No, no, escúchame tú a mí. Como no me pagues todo lo que me debes en menos de cuarenta y ocho horas, quemaré este castillo, ¿me entiendes?

- Kamek. Uy, ¿por qué te pones así de borde? Yo también se actuar así, ¿sabes?

- Fuzzya. Me da igual, quiero el dinero. Y si no me lo das, atente a las consecuencias.

- Kamek. Y encima amenazas a tu superior, esto ya es un cachondeo... (ignora a Fuzzya y camina por el pasillo en dirección a la planta baja, donde estáel bar)

- Fuzzya. ¡Eh! No te creas que te has librado de mí. ¡Vuelve aquí! (Fuzzya y el Trío de Élite siguen a Kamek hablándole cada uno de un tema. Kamek se encuentra a Spiriny)

- Kamek. (Cabreado) ¿Y tú qué quieres?

- Spiriny. Kamek, no hemos conseguido identificar al que ha transmitido la nueva cepa de la gripe. Nuestros científicos están intentando investigar una cura para evitar que todos los infectados queden debilitados hasta el día de su recuperación... (Spiriny se une al grupo y sigue a Kamek mientras habla de su tema al Magikoopa, como los demás. Llegan Korokoopa y Popkey)

- Kamek. (Con voz de frustración) ¡¿Y vosotros qué queréis?!

- Korokoopa. Yo presentaré todas las quejas que hagan falta hasta que castigues a estos (señala al Trío de Élite) por contaminación acústica. ¡Sigo sin poder dormir!

- Popkey. Y yo quiero solicitar seguridad las veinticuatro horas del día. Quiero a dos Koopatrulleros a mi lado todo el rato.

- Kamek. ¿Y para qué demonios los quieres? ¿Estás en peligro de muerte?

- Popkey. Sí, muchísimo. Ese virus que anda suelto a sus anchas puede penetrar en mí por culpa de las delgadas paredes de mis pompas.

- Kamek. Por el amor de Bowser, Popkey, es gripe, no una aguja puntiaguda. Y además el virus es microscópico, ¿de qué te servirán los Koopatrulleros?

- Popkey. Pues de mucho. Si se acerca el virus, que lo inhalen ellos y que se infecten ellos.

- Kamek. Ya, claro, y voy a perder a dos guardias por ti, ¿no te fastidia?

(Todos siguen hablando cada vez más alto al Magikoopa para que este les haga caso. Kamek se tapa la cara con sus manos, y llega un momento en que se las aparta y dice en bajito...)

- Kamek. So-socorro... ¡Socorro! ¡Que alguien me ayude! (Empieza a correr hacia su habitación, perseguido por la masa enfurecida de soldados. Kamek entra en su habitación, en la que siguen alborotándolo todo los Koopalings. La gente se acumula en la puerta y empieza a golpear en un intento en vano de abrirla)

- Fuzzya. Si es que somos tontos. ¿Por qué no se nos ocurriría recibirle todos juntos?

- Kamek. (Casi empieza a llorar, pero se contiene) ¡Dejadme en paz! Por favor os lo pido... (Le suena el móvil a Kamek. Kamek lo coge) ¿S-sí?

- Kammy. (Desde el otro lado de la llamada, en su casa en la periferia de las Dunas Duales) Hijo, ¿eres tú? ¿Qué te ocurre?

- Kamek. ¡Madre! Estoy bien. ¿Por qué llamabas?

- Kammy. Verás, es que me siento tan agradecida de que no me hubieras metido en un psiquiátrico aquel día... que he pensado que podría hacerte compañía durante un tiempo en el castillo. Ya sabes, vivir contigo en tu habitación, como madre e hijo que somos.

- Kamek. ¡¿Qué?! Eh... Esto, no... no sé qué decir. Tengo que pensármelo.

- Kammy. No, no pienses nada que una madre siempre tiene sitio en el castillo,  y además que ya está todo planeado. Ya tengo hecha la maleta. En media hora estoy allí, ¿vale?

- Kamek. Ah... Pues... Bueno...

- Kammy. Venga, que con lo aburrido y amargado que estás nos lo pasaremos muy bien. Besos, hijo. (Cuelga y corta la llamada. Kamek en ese momento alza la vista al cielo y grita...)

- Kamek. ¡¡¡Nooooooo...!!! (Grita durante más de cinco segundos) ¡¡¿Por qué a mí?!! Vida cruel...

(Bowser, quien ha visto todo menos cuando Kamek se metió en su habiación, se queda boquiabierto)


- Bowser. (Hablando para sí mismo) Eh... Puf, veo el ambiente muy agresivo. Creo que volveré un poco más tarde, cuando todo se calme un poco... (sale corriendo por patas del lugar)

[]

(En la sala de Kamek, por la mañana, el Trío de Élite se encuentra de nuevo con el Magikoopa. Paratroopi está resfriado por el virus de la gripe que abunda en el castillo)

- Goombilón. Buenos días, Kamek. ¿Cuál es la misión de hoy?

- Kamek. Pues hoy va a ser un día diferente. Antes de nada, primero os contaré algo para que vayáis contándolo por ahí, que hoy no estoy para hacer una gran reunión con todo el castillo.

- Guydo. ¿Y bien?

- Kamek. He encontrado a alguien que pueda sustituir a Bombazulina en el castillo. (Goombilón se entristece al recordar a Bombazulina) Además vivirán en su habitación durante su ausencia, porque era o esa habitación o la del Gran Hermano Martillo, que en paz descanse.

- Guydo. Kamek, que no murió...

- Kamek. ¡Me da igual! Para mí lo está...

- Goombilón. Jefe Kamek...

- Kamek. ¿Qué quieres, Recluta Goombilón?

- Goombilón. Ya sé que lo primero que se le pasará por la cabeza cuando le pregunte esto será un “no” bien grande, pero es que no puedo aguantar más sin decirlo. ¿Dónde se ha metido Bombazulina? No me responde a las llamadas, y no tengo ni idea de dónde puede estar.

- Kamek. ¿Y qué te crees, que yo lo sé?

- Goombilón. Hombre, eres su amigo...

- Kamek. Mira, te voy a contar algo que tal vez no debiera. La noche en que Bombazulina se marchó, vino a mi habitación, me despertó y me dijo los motivos por los que hacía esto. Y me dijo que no me iba a decir el lugar al que iba a ir.

- Goombilón. ¿Pero por qué?

- Kamek. Porque me conoce, y no quiere que caiga en una de vuestras trampas y lo cuente todo.

- Goombilón. (Empieza a llorar y se acerca a Kamek) Por favor, jefe, dígame a dónde se ha ido, por favor. No le diré que me lo dijiste tú, diré que la encontré por casualidad.

- Kamek. Ah, ya. Con todos los reinos, archipiélagos, comarcados y marquesados que existen en este mundo, ¿la vas a encontrar por casualidad? Y además que no sé nada, ya te lo he dicho. Prueba con el amo Bowser. Él sí que sabrá a dónde se ha ido tu amada.

- Guydo. A ver, por favor, ¿podemos continuar con lo que nos tenías que decir, Kamek?

- Kamek. Ah, sí. Que quienes van a sustituir a Bombazulina serán... (un Shy Guy amarillo toca detrás de Kamek un tambor muy rápidamente. Los miembros del Trío de Élite se miran unos a otros cansados) ¡los Hermanos Koopa!

- Paratroopi. ¿Quiénes?

- Guydo. Los Hermanos Koopa, esa pandilla de chulos que dirigían aquel castillo en Playa Picada.

- Kamek. Exacto, pero ya no lo dirigen. Hemos acordado que su mejor forma de pagar las deudas que deben es trabajando de nuevo para Bowser aquí, en su castillo. Así se les pasará la chulería.

- Goombilón. Bien, ¿y qué tenemos que hacer hoy por fin?

- Kamek. Pues como dije es hoy un día especial, pues cada uno de vosotros desempeñará una tarea distinta cada uno. Ya está todo planeado. Tú, Sargento Guydo, te encargarás de recibir a los Hermanos Koopa.

- Guydo. ¿Y qué quieres que les haga? (Habla en tono irónico) ¿Una reverencia?

- Kamek. No, sólo basta con que les deis la bienvenida en nombre de todo el castillo.

- Guydo. Ah, pues me ha tocado al parecer el trabajo fácil.

- Kamek. Ya, es que no quiero que la lies, que nos conocemos. Bien, sigamos. Tú, Cabo Paratroopi, te encargarás de sustituir a un cocinero que se ha puesto enfermo. Me han contado que cocinas de maravilla, y eso hay que aprovecharlo.

- Paratroopi. (Respirando fuerte para que no se le caigan los mocos) Jefe Kamek, no creo que yo... (Kamek le interrumpe)

- Kamek. ¡Harás lo que se te ordene y punto en boca! Y tú, Recluta Goombilón, tienes el trabajo más especial.

- Goombilón. ¿Cuál? (Kamek le da una hoja y Goombilón la lee en alto) “Dejad que el río lleve por sí sólo las rocas al mar” (Deja de leer la nota) ¿Y esto qué significa?

- Kamek. Pues no sé. Esta mañana ha aparecido en la habitación de Ratónito y este me la ha entregado. Bueno, lo que quiero que hagas es que cooperes con Ratónito e investigues esto... Ya sé que te parecerá una tontería, pero el castillo no está para más disgustos, ¿entiendes?

- Goombilón. ¿Y Spiriny no puede encargarse del caso?

- Kamek. No, está muy ocupado en otros casos. Y además no te lo encomendado a ti como si se lo encomendara a otro. Yo sé que tú eres bueno en cosas como esta.

- Goombilón. ¡Muchas gracias Kamek!

- Kammy. (Entra en la habitación de Kamek) ¡Hijo! ¿Ya estás con tus amigotes otra vez? (El Trío de Élite se queda extrañado al verla)

- Kamek. (Hablando en bajito cerca de ella) Madre, que no les llames “amigotes” delaante de mí, que no lo son.

- Kammy. Pues no conozco a nadie con quien pases más tiempo que con ellos. Qué sólo estás. Menos mal que estoy yo aquí.

- Guydo. (Acerca a Kamek a él) Eh... ¿Esto qué es?

- Kamek. Mi madre, que se viene a pasar unos días aquí.

- Trío de Élite. ¡¿Cómo?!

- Kamek. ¡Nada de cómo y a trabajar! Ah, y ni una sola palabra de esto a nadie, ¿eh? Que bastante tengo yo con hacerme cargo de ella.

- Kammy. ¿Perdona? Tú no vas a tener que hacerte cargo de mí porque yo soy suficientemente válida para valerme por mí misma, no como tú, que a la mínima te pones a lloriquear.

- Kamek. Madre...

- Kammy. No, es que si me vas a insultar yo me voy.

- Kamek. (Alegra la cara y le brillan las gafas) ¿En serio? Bueno, qué se le va a hacer, vuelve a tu casa, que no tengo yo remedio...

- Kammy. (Comienza a actuar) Pero es que cada vez que te imagino solito, se me parte el alma.

- Kamek. (Habla en bajito) Sí, y tu soledad también.

- Kammy. (Le sale fuego de sus gafas) ¡¡¿Cómo?!! (Kammy y Kamek se ponen a discutir mientras el Trío de Élite sale de la sala)

- Goombilón. Madre mía, estos dos se llevan como perro y gato.

- Paratroopi. Sí. Esto va a ser un infierno. Quiero decir, más aún.

- Guydo. Bueno, cada uno a sus trabajos, que estamos hoy muy vagos.

- Goombilón. Eso lo dices porque lo único que tienes que hacer hoy es saludar...

- Guydo. Pues bien que se me da...

- Paratroopi. Chicos, no empecemos a discutir como Kamek y su madre... (los miembros del Trío de Élite se separan para cumplir cada uno su misión)

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(Paratroopi está en la cocina junto con Shy Guys y Boos que preparan unos platos. Este miembro del trío cocina platos difíciles de preparar, aunque a él no parece costarles nada)

- Paratroopi. (Coge uno de sus platos, una ensalada con hojas de Planta Piraña y con Champiñones, y estornuda en él, por su resfriado. Ve a un Shy Guy y le da el plato mientras se suena los mocos) Tú, llévale este plato a Kam... (recuerda lo que les dijo Kamek) mek... a Kamek... Bueno, mejor se lo llevo yo... (se va volando hasta la habitación de Kamek, donde se encuentra Kammy descansando)

(Mientras tanto, Goombilón va a la sala de su amo Bowser y abre la puerta)

- Goombilón. Buenos días, amo Bows... (ve un Roca Picuda que va rápidamente hacia él y lo consigue esquivar por los pelos)

- Bowser. ¡Recluta Goombilón! ¡Ya he perdido la cuenta de las veces que os he dicho a ti y a los otros que llaméis a la condenada puerta antes de entrar! ¿Es que vuestros pobres cerebros no tienen capacidad de asimilarlo?

- Goombilón. Amo Bowser, lo siento mucho pero es que quería verle con urgencia.

- Bowser. ¿Urgencia? ¿Qué ocurre? ¿Se está quemando mi castillo?

- Goombilón. No. (Bowser le interrumpe)

- Bowser. ¿Cayéndose a trozos?

- Goombilón. No. Verá... (Bowser le vuelve a interrumpir)

- Bowser. ¿Un escape de gas?

- Goombilón. ¡Que no! Déjeme hablar, por favor... (Bowser asiente) Verá... ¿Usted sabría dónde se ha ido a trabajar Bombazulina?

- Bowser. Sí. (Goombilón y Bowser se quedan mirándose el uno al otro durante varios segundos) ¿Algo más?

- Goombilón. Eh... ¿Podría decirme dónde ha ido?

- Bowser. (Dice muy convencido) No.

- Goombilón. ¡Por favor, amo Bowser...!

- Bowser. Que no. Bombazulina me comunicó muy claramente la privacidad que quería, y yo se la respetaré cueste lo que cueste.

- Goombilón. Pero es que necesito verla...

- Bowser. Si es que no se puede estar con dos chicas a la vez, Recluta Goombilón...

- Goombilón. ¿Qué? ¡Pero si eso es mentira! ¿Cómo se ha enterado tan rápido?

- Bowser. Pues no sé, y eso que no me gustan los cotilleos. Y no sigas insistiendo, que nunca te lo diré. Hala, allí tienes la puerta... (Bowser le señala la puerta de salida de su habitación real y Goombilón se dirige a ella muy triste)

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(Por otra parte, el Sargento Guydo va a la habitación de los Hermanos Koopa para darles la bienvenida)

- Guydo. (Sujetando una caja de galletas con diferentes formas. Unas tienen la forma de Chomp Cadenas, y son muy crujientes. Otras tienen forma de Pinchón y están rellenas por dentro de mermelada de fresa. Y otras son de muchas otras formas. Guydo llama a la puerta con una mano mientras sujeta la caja con la otra) Hmmm... A ver si les gusta esto que me han dado varios secuaces del castillo... (El Koopa Amarillo abre la puerta) ¡Hola!

- Koopa Amarillo. Buenos días. ¿Nos conocemos? (Llegan sus hermanos)

- Guydo. Soy el Sargento Guydo.

- Koopa Rojo. ¡Andá! Pero si es el Shy Guy ese del otro día.

- Guydo. Exacto. Vengo a daros la bienvenida en nombre de todo el castillo con esta caja de galletas... (el Koopa Verde la coge)

- Koopa Negro. ¿En serio nos dan la bienvenida? Ya será menos, ya...

- Guydo. ¿Eh? No entiendo.

- Koopa Negro. ¿Acaso no sabes qué hacemos aquí?

- Guydo. Sí, ya me lo contó el jefe Kamek. Lo de las deudas...

- Koopa Negro. ¿Entonces qué pasa? ¿Has venido aquí a reirte de nosotros?

- Guydo. ¿Qué? No, no... Yo sólo venía a saludar...

- Koopa Rojo. (Le habla en bajito cerca) No te asustes. Es que el Hermano Koopa Negro es un poco agresivo, pero nada más. Ya sabes, Chomp ladrador es poco mordedor.

- Koopa Amarillo. Eh, ¿y dónde está tu grupo, Sargento Guydo?

- Guydo. Cumpliendo otras misiones por ahí.

- Koopa Amarillo. Jaja, ya veo. Tenéis pinta de payasos, ¿sabéis?

- Koopa Rojo. ¡Hermano Amarillo! No hagas que empecemos con mal pie con este Shy Guy.

- Koopa Verde. ¿Quién pinta? Me ha parecido oir eso.

- Koopa Rojo. No, bah déjalo hermano... (vuelve a hablar de nuevo a Guydo en bajito) Este es... ¿Cómo decirlo? Un poco especial...

- Guydo. (Le responde también en bajito) Sí, parece... (Deja de hablar en ese tono y se dirige al Hermano Koopa Verde) Oye, un día de estos te presento al Cabo Paratroopi, que seguro que os entenderéis bien. Bueno, yo me tengo que ir ahora, que he cumplido con mi misión. ¡Hasta luego! (Se despide de los Hermanos Koopa y sale de su habitación)

- Koopa Negro. (Refiriéndose a su Hermano Koopa Rojo) Oye, hermanito, ¿cuándo vamos a hacer de las nuestras?

- Koopa Rojo. Pronto, muy pronto, je, je... Y creo que ya tenemos la víctima de nuestras travesuras: ese tal Sargento Guydo. Van a saber lo que es reirse en cara de nosotros con una caja de bienvenida... (Los cuatro se empiezan a reir sólos)

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(Goombilón y Ratónito se encuentran solos en uno de los pasillos del Castillo de Bowser)

- Goombilón. Qué bien. Me alegra que volvamos a formar el equipo de investigación tan bueno que hacíamos.

- Ratónito. Sí, ja, ja. Aunque esto me da mala espina.

- Goombilón. ¿Por?

- Ratónito. He comparado las letras de esta nueva carta con las que tenemos del Gran Hermano Martillo. Y resulta que no coinciden...

- Goombilón. ¿Qué me estás queriendo decir, que tenemos un nuevo enemigo?

- Ratónito. Eso es... Pero la verdadera cuestión es... ¿quién es?

- Goombilón. Y también: ¿qué quiere de nosotros? Examinemos la carta... Me refiero a que intentemos averiguar el sentido de la frase que está escrita. “Dejad que el río lleve por sí sólo las rocas al mar”...

- Ratónito. ¿Un río? El único grande que conozco es el que cruzaba el antiguo Lago Migraña, que ahora pasa por las Dunas Duales.

- Goombilón. No, no. No tenemos que ver el mensaje como se nos presenta...

- Ratónito. ¿A qué te refieres?

- Goombilón. Las metáforas son términos utilizados para designar otra cosa con la que comparte alguna relación o característica. Por ejemplo, un río se puede utilizar como metáfora para designar la vida.

- Ratónito. O un río, simplemente...

- Goombilón. Ratónito, tú hazme caso. El río podría ser la vida. Las rocas podrían ser los obstáculos que a todos siempre se nos presentan en la vida. Y el mar sería el final del río, osea la muerte.

- Ratónito. Madre mía, qué empanada mental tienes, Goombilón.

- Goombilón. Sí, un poco sí, porque estas metáforas en este caso no se corresponden con las que yo he dicho. No tienen sentido con lo que nos quiere decir nuestro enemigo...

- Ratónito. Pues claro que no, porque eso que dices de metáforas no sirve de nada. Y además, ¿por qué crees que quien ha escrito esto es nuestro enemigo?

- Goombilón. Pues porque tengo un presentimiento... Vayamos a visitar a Kamek, a ver si tiene alguna otra idea...

(Cinco minutos después, cuando llegan a la sala de Kamek, la puerta está entornada, un poquito abierta. Encima de la puerta hay un cubo con agua. Llega Guydo para decirle a Kamek que ya ha cumplido su misión y no ve el cubo con agua)

- Guydo. (Dice mientras abre la puerta) Kamek (Kamek le mira y ve cómo el agua moja por completo al Sargento Guydo y el cubo cae encima de él tapándole por completo)

- Kamek. ¡Sargento Guydo! ¿Qué haces jugando a eso? Que ya no eres un crío.

- Guydo. (Se quita el cubo de la cabeza) Por el amor de Bowser, jefe Kamek, que no estaba jugando. ¿Quién ha sido?

- Kamek. Si lo sabré yo, anda. Vuelve a tu trabajo antes de que me ria a carcajadas de ti.

- Guydo. Precisamente venía a decirle que ya he cumplido la misión de hoy.

- Kamek. Ah, muy bien. (Habla en tono irónico) ¿Has saludado correctamente a los Hermanos Koopa?

- Guydo. Sí, jefe.

- Kamek. Pues entonces por hoy te dejo descansar.

- Guydo. ¿En serio? ¡Muchas gracias, jefe Kamek! (Llegan Goombilón y Ratónito)

- Ratónito. ¡Hala! ¡Qué mojado está el suelo! ¿Quién ha sido?

- Kamek. (Señala a Guydo) Este.

- Ratónito. ¡Pero bueno! ¿Es que no sabes que existen unos lugares llamados “baños”? Ahora mis chicos tendrán que limpiar esta asquerosidad.

- Guydo. Eh, eh, cuidado. Que yo no me he meado. Que es agua, ¿a que sí, Kamek? (Cuando Kamek oye a Guydo se empieza a partir de risa)

- Goombilón. Eh... Líquidos aparte, venimos aquí jefe Kamek para consultarle algo.

- Kamek. ¿El qué?

- Goombilón. Como sacaste los estudios hace un tiempo, supongo que sabrás algo de análisis de texto, ¿cierto?

- Kamek. No era mi fuerte, pero sí claro.

- Goombilón. Hemos llegado a la conclusión Ratónito y yo... Bueno más bien yo sólo que esta nota no es más que un conjunto de metáforas. Pero el problema es que no sabemos a qué pueden aludir.

- Kamek. (Lee la nota) Ah, el típico río que acaba en el mar... Esto suele ser la vida de alguien.

- Goombilón. Ya, Kamek, ya sabemos eso. Lo que pasa es que ningún extraño nos va a querer advertir algo hablándonos de su vida. ¿Qué más puede ser?

- Kamek. Hmmm déjame pensar... (piensa mientras mira la nota) Aquí dice que el río arrastra las rocas. Si las rocas fueran las complicaciones de la vida, estas no se moverían. Yo creo que las rocas son otro tipo de obstáculo, y el río no es quien debe esquivarlo, sino quien tiene que llevarlo a su fin. Tal vez a la muerte.

- Ratónito. Entonces, ¿el río somos nosotros y las rocas nuestro enemigo?

- Goombilón. No... Más bien creo que la situación es la contraria... Nosotros somos las rocas... y nuestro enemigo el río...

- Kamek. Bien, ya hemos descifrado el mensaje, pero lo que yo os pedí es que identificárais al escritor. Así que al trabajo... ¡ya! (Goombilón y Ratónito pegan un bote al oir a Kamek. Ratónito y Goombilón salen de la sala de Kamek)

- Ratónito. Goombilón, creo que lo mejor es que revisemos todas las notas que hemos recibido desde que comenzó todo.

- Goombilón. ¿Sí? ¿Pero no dices que ya revisaste una nota del Gran Hermano Martillo?

- Ratónito. Sí, pero es mejor revisar todo de lo que dispongamos. Hace unos meses decidí guardar todas las cosas raras que ví en la habitación del Gran Hermano Martillo. Vayamos allí para investigar... (Ratónito y Goombilón se marchan del lugar. Sale ahora Guydo todo mojado de la sala de Kamek)

- Guydo. ¿Quién habrá sido el maldito gracioso que me ha hecho esto?

(Llegan los Hermanos Koopa y se empiezan a reir a carcajadas del Sargento Guydo. El Hermano Koopa Amarillo está tirado en el suelo de la risa)

- Hermano Koopa. ¡Jajajaja! Ay, Sargento Guydo, has sido la primera víctima después de mucho tiempo en este castillo. Bueno, nos vamos a ver si alguien más pica. Jajaja... (Los Hermanos Koopa se marchan del lugar)

- Guydo. (Goteando aún) Uy, vosotros no habéis conocido del todo al Sargento Guydo aún. Os vais a enterar de las bromas pesadas que hago yo... (se pone a pensar) Bueno, ya se me ocurrirá algo...

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(En la habitación del Gran Hermano Martillo se encuentran Ratónito y Goombilón en diferentes salas revolviendo todo, abriendo cajones llenos de notas y objetos...)

- Goombilón. (Grita para que le oiga Ratónito desde la otra sala) ¡Oye Ratónito, que aquí hay notas y cosas que no son del Gran Hermano Martillo!

- Ratónito. (En la sala principal) ¡Ya lo se! (Coge una Seta de Oro y unos papeles y los deja a otro lado) ¡Es que aquí he guardado otras muchas cosas!

- Goombilón. ¡Podrías al menos encender la luz o correr las cortinas por lo menos!

- Ratónito. (Coge una nota y la mira) ¡Ni hablar! La luz no se da en habitaciones vacías. ¿Quién la iba a utilizar, un espíritu? (Lee la nota y piensa para sí mismo) Hmmm... Esta nota tiene unas letras escritas muy muy parecidas a las de la nota que tengo... (coge la otra nota y las compara) Madre mía, ¡esta nota sin duda fue escrita por el mismo que escribió esta que he encontrado!

- Goombilón. (Dice mientras sigue removiendo papeles en la otra sala) ¿Eh? ¿Qué has dicho? No te he oído bien.

- Ratónito. ¡Goombilón! ¿A ti te suena de algo esta nota? (Lee la nota que ha encontrado en alto) “Entregadnos cuanto antes la Seta de Oro. Dejadlo en el lugar donde la encontrásteis. Si ignoráis esto, volveremos, y las consecuencias serán desastrosas...”.

- Goombilón. Sí. Es la nota que nos escribió el Equipo A hace casi un año. (Ratónito se queda atónito al oirlo) Cómo pasa el tiempo, ¿eh?

- Ratónito. ¡Por el amo Bowser! Ya lo entiendo todo. ¡Nuestro enemigo es...! (De repente, alguien se pone detrás de Ratónito y le pone la mano el su boca para callarle. Ratónito se echa hacia atrás y él y el personaje misterioso caen al suelo. Ratónito le aplasta y se pone de pié) ¡Socorro!

- Goombilón. ¿Qué te ocurre ahora, Ratónito? (Sale de su sala a la principal y ve a Ratónito corriendo en dirección al pasillo que conduce la puerta de salida de esta habitación y detrás de él persiguiéndole el personaje misterioso) Madre mía, ¿pero esto qué es? No veo casi nada...

- Ratónito. (Sale al pasillo de la tercera planta del castillo) ¡Pero ayúdame, so tonto, que me quieren matar! (Presiona un botón de alarma que hay en cada pasillo del Castillo de Bowser. Sale del techo una luz roja que ilumina el pasillo de rojo y suena un ruido casi ensordecedor. Sale el personaje misterioso y Ratónito le ve claramente) ¡Tú! ¡Lo sabía! Maldito Paratroopa A.

- Paratroopa A. ¡Que no me llames así, rata asquerosa!

- Ratónito. Pues dime tu maldito nombre entonces.


- Paratroopa A. No te lo diré. Pero lo que sí te voy a decir es que nos volveremos a ver... (sale volando por la ventana del final del pasillo)

Parte segunda[]

Diálogo[]

(Salen al pasillo Goombilón, Kamek, Don Huesito y Fuzzya)

- Fuzzya. ¿Qué es todo este ruido? Se oye desde la otra punta del pasillo, y mira que este castillo es bien ancho.

- Goombilón. Es una alarma.

- Fuzzya. (Sonríe y dice irónicamente) Ya... Pero a lo que me refiero es... ¡¿qué leches hace aquí?!

- Don Huesito. Se instaló ese sistema con el dinero del amo Bowser hace unos meses.

- Fuzzya. (Se dirige a Kamek) ¿Así es como gastas el dinero en vez de pagarnos más en nuestros sueldos? Vaya sustituto estás hecho.

- Kamek. Eh, eh. El dinero se lo gastó Ratónito sin consultarme, que queden las cosas claras.

- Fuzzya. Por favor, ¡que alguien pare ese sonido insoportable! (Ratónito usa una llave que tiene guardada y desactiva la alarma) Puf, gracias.

- Ratónito. (Pálido) Él... Él ha venido...

- Goombilón. ¿Quién?

- Kamek. (Le mira la cabeza a Ratónito) Madre mía, estás sangrando por la cabeza... (Ratónito se toca la cabeza con la mano, y al ver sangre se desploma en el suelo. Goombilón, Fuzzya y Don Huesito le socorren y le llevan al hospital del castillo mientras Kamek le mira riéndose) Qué nenaza...

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(Varias horas después, cuando Ratónito se ha recuperado, se encuentra en una de las salas de urgencias del castillo. Kamek y Goombilón están con él, sentados frente a su cama en dos sillas)

- Ratónito. Ah... ¿Dónde estoy?

- Goombilón. En el hospital del castillo. Te diste un fuerte golpe en la cabeza, empezaste a sangrar y te desmayaste.

- Ratónito. Ah... (mira a su alrededor) ¿Y tan grave ha sido?

- Kamek. No mucho, lo que pasa es que eres un quejica.

- Goombilón. Ahora los médicos te harán varias pruebas para comprobar que estás sano.

- Ratónito. Me siento un poco... Hmmm... Un poco raro...

- Kamek. Ya, es que te han dado un calmante mientras te cosían la herida.

- Ratónito. ¡¿Qué?!

- Goombilón. (Le susurra a Kamek) ¡Shhh! Jo, el calmante y no funciona. Jefe Kamek, permítame que le diga que no tiene tacto para decir estas cosas.

- Kamek. Exacto, ni para esto ni para nada, (se dirige a Ratónito) así que en cuanto te haga unas cuantas preguntas vuelves a tu trabajo, ¿me entiendes?

- Ratónito. No eres mi jefe. Eso me lo tendrá que decir Bowser.

- Kamek. Uh, mira qué listo es. Pues en cuanto te haga las preguntas, al amo que vas.

- Ratónito. ¿Pero qué me quieres preguntar? Hazlo de una vez.

- Kamek. Te voy a preguntar sobre lo que te ha ocurrido. Bien, ¿qué te ha ocurrido?

- Ratónito. Pues me he golpeado en la cabeza. Tampoco hay que ser muy avispado para verlo...

- Kamek. ¡No! Me refiero a que quién te lo ha hecho, si es que no te lo has hecho tú solo, claro.

- Ratónito. Me lo hizo... Ah... No recuerdo bien su nombre...

- Kamek. Bueno, pues descríbemelo entonces.

- Ratónito. Era un Koopa... era azul y... Hmmm... Creo recordar que llevaba gafas... Y era muy gruñón.

- Goombilón. (Asustado) Oye, no es por nada pero... Jefe Kamek, esa dscripción se acerca mucho a la suya.

- Kamek. ¡Pero qué tonterías estás diciendo! Yo no soy gruñón. Eso debe de ser el calmante, que le atrofia el cerebro.

- Ratónito. No, no eras tú, Kamek... Ese Koopa llevaba el caparazón y las botas azules, no un traje... Y además sus gafas eran de sol, creo.

- Kamek. ¿Gafas de sol? Pero si hoy está nublado. (Goombilón le mira extrañado)

- Ratónito. Y también recuerdo haberle visto un par de alas.

- Kamek. Hmmm... La verdad es que me suena...

- Goombilón. A mí también.

(De repente, se produce una explosión en el sótano del castillo que hace que este se tambalee un poco. Kamek y Goombilón caen al suelo, al igual que varios aparatos de la sala)

- Kamek. ¿Qué rayos ha sido eso?

- Goombilón. No sé, pero voy a ir a ver qué ha pasado. Kamek, quédese aquí para seguir preguntándole. (Goombilón abandona la sala, y en ese momento a Ratónito le viene la respuesta)

- Ratónito. ¡Ya lo tengo! Me acabo de acordar.

- Kamek. ¿Sí? Dímelo entonces, anda.

- Ratónito. Nuestro enemigo es... (Guydo aparece de repente en la sala e interrumpe a Ratónito)

- Guydo. ¡Jefe Kamek! Menos mal que le encuentro.

- Kamek. ¿Qué quieres? Ahora estoy ocupado.

- Guydo. Alguien ha puestouna bomba en una de las columnas del sótano del castillo. ¡Está hecha pedazos!

- Kamek. Madre mía, un día de estos el castillo se nos viene encima...

- Guydo. ¡Y creo que los Hermanos Koopa son los responsables!

- Kamek. (Se levanta de la silla y se pone de pie) ¡¿Qué?!

- Guydo. Creo que les vi pegando algo en la columna que ha resultado dañada. ¡Rápido!

- Kamek. (Se va volando de la sala en dirección a la zona donde se produjo la explosión) Lo que me faltaba, los nuevos nos han dado su bienvenida de este modo...

- Ratónito. ¡Kamek, espera! (Kamek no le oye) Sargento Guydo, ¿en serio han sido los Hermanos Koopa?

- Guydo. No, je, je...

- Ratónito. (Poniendo cara de susto) ¡¿Fu-fuiste tú?!

- Guydo. ¿Pero qué dices? ¿Cómo voy a ser yo? Lo que pasa es que me estoy cobrando mi pequeña venganza por un conflicto que tuve con ellos. Con el Sargento Guydo no se juega, jajaja... (Guydo se va de la sala también)

- Ratónito. ¡Oye! No me dejéis aquí. ¡Que mi enemigo me quiere matar! (Nadie le escucha. De repente, aparece el Paratroopa A y cierra la puerta con llave)

- Paratroopa A. Bueno, bueno... Por fin sólos, ¿eh?

- Ratónito. (Mira al Paratroopa A y se asusta) ¡No! ¡Tú no otra vez! ¿Qué quieres de mí, eh?

- Paratroopa A. ¿Que qué quiero? ¿Que qué quiero?

- Ratónito. Sí, pero deja ya de una vez de decir que qué quieres.

- Paratroopa A. ¿Pero es que no entendiste la nota que te dejé?

- Ratónito. Yo no, pero Goombilón sí. Es que lo de las mitáforas esas no se me da nada bien.

- Paratroopa A. ¡Mitáforas no, zopenco! Metáforas.

- Ratónito. Que sí, lo que tu digas. Al parecer dijo que el río reflejaba tu vida o algo así, y que las rocas eran baches en el camino.

- Paratroopa A. (Saca una pistola y apunta a Ratónito) No, no. No lo entendisteis bien, idiotas. El río era yo, y os intentaba advertir de que no os entrometiérais en lo que yo debía hacer: matar al Gran Hermano Martillo. Pero claro, vosotros tuvísteis que meter las narices en donde no os llaman. Si hubiérais abandonado la investigación nada de esto hubiera ocurrido. Ahora no me queda más remedio que matarte, porque todo aquel que sepa algo sobre mis planes merecerá la muerte, sea quien sea.

- Ratónito. ¿Por qué nos haces esto? Con lo que nos costó devolverte a la vida.

- Paratroopa A. ¡Mentira! Yo me desperté en un hospital a las afueras de la Ciudad Toad. Ah, y ahora que lo recuerdo, después de enviarte al otro barrio me llevaré la Seta de Oro que me pertenece. Mejor dicho, que NOS pertenece.

- Ratónito. Madre mía, qué mal estás...

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(En la otra parte del sótano del castillo, hay un gran grupo de soldados agrupados para presenciar la columna destrozada. Greg el inspector de estructuras ha venido)

- Kamek. ¿Qué tal lo ves, Greg?

- Greg. Puf, hay que reconstruir cuanto antes la columna. Aunque no hay grave peligro, hay que tener mucho cuidado.

- Kamek. Vale, gracias. (Mira a los Hermanos Koopa y los ahoga con figuras mágicas que invoca con su varita) ¡Y vosotros! ¿Qué pretendíais hacer?

- Koopa Rojo. (Intentando hablar como puede) ¡¿Cómo?! ¡Nosotros no hemos tenido nada que ver con esto!

- Kamek. Ya, ya. Si me lo ha contado todo el Sargento Guydo... (señala a Guydo. En ese momento, los Hermanos Koopa se cabrean mucho)

- Koopa Rojo. ¡Guydo! ¡Serás hijo de tu madre! (Mira a Kamek) ¿Es que no se da cuenta de que él ha destruido la columna?

- Guydo. ¿Yo? Jajaja. ¿Pero qué tonterías dices? (Kamek mira a Guydo)

- Kamek. Aquí hay Chomp encerrado. Guydo, ya me estás contando la verdad.

- Guydo. Pero jefe Kamek... (Kamek le interrumpe)

- Kamek. ¡Ni peros ni peras! Desembucha.

- Guydo. Está bien... Yo no he sido, ni tampoco ellos... (Kamek suelta a los Hermanos Koopa)

- Kamek. ¿Entonces quién ha sido?

- Guydo. No lo sé. Sólo me quise vengar de la broma pesada que me gastaron los Hermanos Koopa. O mejor sería llamarles los Hermanos Brooma.

- Goombilón. Oh, oh... Entonces Ratónito está en peligro. ¡Hay que ayudarle! (Goombilón sale corriendo en dirección al hospital del castillo)

- Koopa Negro. ¿Y a ese qué le ha dado?

- Koopa Amarillo. Qué malos son los nervios... (niega con la cabeza)

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(Mientras tanto, Ratónito tiene las manos levantadas frente al Paratroopa A, quien le sigue apuntando con una pistola)

- Ratónito. Por el amo Bowser, no me mates por favor. ¿Qué será de toda la comida que sobre en el castillo?  ¿Y qué será del equipo de limpieza sin su jefe? No podré quedarme con parte de su sueldo. ¿Y qué será de Kamek sin mí? Ya no le podré insultar y amargarle la vida.

- Paratroopa A. Pero bueno, tú eres un desgraciado. ¡Mereces morir por ello! Bueno, ja, ja, ja. Hay un dicho que dice que la curiosidad mató al gato. Pues bien, creo que tendrán que cambiarlo a la curiosidad mató a la rata. (El Paratroopa A se dispone a presionar el gatillo de la pistola justo en el momento en que Goombilón abre la puerta de la habitación de una patada)

- Goombilón. (Dice sin reconocer a su enemigo, con los ojos cerrados. Tiene un Bob-Omb amarillo claro en la boca) ¡Alto! (Lanza el Bob-Omb amarillo pálido encendido en la sala. Goombilón sigue con los ojos cerrados. El Paratroopa A dispara mientras mira al Bob-Omb y falla el disparo. El Bob-Omb amarillo explota y libera una luz cegadora. Ratónito se retuerce en la cama con los ojos cerrados, pero el Paratroopa A se ha metido en su caparazón para protegerse, comienza a moverse muy rápidamente, rebota en una pared y sale de la sala golpeando a Goombilón. Ratónito recupera su visión poco a poco)

- Ratónito. ¡Ahh! ¡Mis ojos!

- Goombilón. (Se levanta dolido del suelo) ¡Ahh! ¡Mi cuerpo! (Llegan Kamek y varios Koopatrulleros)

- Kamek. Madre mía, ¿pero qué demonios ha pasado aquí?

- Ratónito. Tu credulidad es lo que pasa, Magikoopa...

- Goombilón. ¿Esa palabra existe?

- Ratónito. Pues claro, lo contrario de incrédulo. Bueno, todos me habéis entendido.

- Kamek. Mira, no te sigo el rollo porque hoy ha sido un día agotador, ¿eh? Y ahora por fin dinos la tan esperada respuesta. ¿Quién es el escritor de la nota que has recibido hoy, Ratónito?

- Ratónito. Eh... Esto... (Ratónito se contiene mientras recuerdo la frase que le ha dicho el Paratroopa A: “porque todo aquel que sepa algo sobre mis planes merecerá la muerte, sea quien sea.”) Pues...


- Kamek. ¡Venga! ¿Nos lo vas a decir o no te acuerdas? (Ratónito mira a todos los que le rodean muy asustado. ¿Lo dirá? ¿No lo dirá? Esto se sabrá en el próximo capítulo, pues otro día en el Reino Champiñón está acabando)

Epílogo (doble)[]

(Por la tarde, en el castillo, Kamek vuelve a su habitación muy cansado)

- Kamek. Puf, hoy sí que ha sido un duro día de emociones... Al menos los Koopalings no están en mi sala... (Kamek abre la puerta de su habitación y encuentra a Kammy Koopa tumbada en la cama y un poco extraña)

- Kammy. ¡Hijo! Menos mal que has venido. Me he puesto el termómetro y tengo 39.2 de fiebre. Creo que alguien del castillo me ha pegado la gripe... Pero ahora que estás tú me cuidarás hasta que me recupere, ¿verdad? (se suena los mocos)

- Kamek. (Casi llorando de la frustración, muy pálido. Decide continuar la frase que ha dejado sin acabar antes) ...ya que mi madre se ha metido a rematarme en su lugar...

(Tiempo después, ya de noche y fuera del castillo en la zona trasera que da a la sala de riquezas del castillo, los Hermanos Koopa se encuentran con alguien inesperado: con el Gran Hermano Martillo)

- GHM. ¿Y bien? ¿Qué información habéis recopilado?

- Koopa rojo. Al parecer el tal Recluta Goombilón tuvo una corta relación amorosa con Bombazulina. ¿Te lo puedes creer?

- GHM. ¿Algo más?

- Koopa rojo. No, lo siento.

- GHM. (Se empieza a reir maléficamente) Perfecto. Con esto que ahora sé podré comenzar mi malvado plan...

- Hermano Amarillo. ¿Qué plan?

- GHM. (Deja de hacerse el malo e intenta disimular) ¿E-eh? No nada.

- Hermano Negro. Oye, una preguntita. ¿Por qué no estás en este castillo? ¿Te han trasladado o algo?

- GHM. Eh, sí. Podría decirse que sí, je, je... (el Gran Hermano Martillo desaparece en la oscuridad de la noche y los Hermanos Koopa vuelven al castillo confusos)

Cartel

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